A finales de septiembre del presente curso escolar, mi compañera Laura Fernández-Borrella, Coordinadora de la Sección Bilingüe de nuestro centro y yo misma, coordinadora del Programa MEFP-British Council nos embarcamos en una apasionante aventura de observación de prácticas docentes en el país donde dicen la Educación es la de mayor calidad en Europa: Finlandia. Un sueño profesional hecho realidad. Como coordinadoras ambas de programas de enseñanza bilingües había aspectos muy concretos que nos interesaban, pero al llegar a los diferentes centros que visitamos vimos como nuestros intereses se engrosaban y desbordaban pues todo, absolutamente todo lo que vimos nos dejó con una impresión abrumadora.
¡Cuánta inversión en la educación pública! ¡Qué maravilla! ¡Cuánto respeto a la figura y la labor docente! Se respiraba amabilidad y respeto en cada rincón. Educación de la que hay en la escuela pero también de la que se enseña en casa: sí hay que mencionar aquí que el alumnado finlandés comienza su escolarización a la edad de 7 años.
¿Cómo entender el desarrollo curricular de dos sistemas tan diferentes como el español y el finlandés, en dos sociedades tan diferentes como la española y la finlandesa? La educación es una institución ancestral, como sabemos, mientras que los sistemas educativos son modernos: no aparecen antes del siglo XIX. ¿Cómo se pueden enriquecer los unos de los otros? Una vía, claramente hemos visto en Finlandia, a través del abordaje de lo que entendemos por aprendizaje, que es común a los diferentes sistemas educativos. Si entendemos el aprendizaje como un proceso activo, en continuo cambio y que durará toda la vida, entonces lograremos comprender que la única manera de avanzar es seguir aprendiendo. Observar otros centros, en otras microsociedades nos dio perspectiva a mi compañera y a mi, nos aportó motivación para aprender acerca de otras prácticas y para compartir lo que nosotras traíamos, nos llenó de ilusión por ver que si todos nos esforzamos, la calidad educativa no es cosa de unos pocos ni para unos pocos sino que es cosa de todos y para todos. Vi claro que las instituciones educativas deben apostar siempre por la educación, porque es apostar por progreso, escelencia, calidad y armonía. Esperamos pronto recibir en nuestro centro a las compañeras y compañeros Finlandeses.
Una de las máximas en el sistema finlandés coincide plenamente con los dos tipos de compentencias contempladas en la LOMLOE en el marco del programa MEFP-British Council: el despertar el placer por la expresión creativa y artística y conectarlo con la adquisión de nuevos conocimientos. Nos llamó la atención también cómo las situaciones de aprendizaje de cultura emprendedora en secundaria se ponían en práctica en diferentes empresas locales. Podría citar aquí muchos elementos que nos unen (y otros que nos separan pues nos encontramos en desventaja) pero sería interminable lo que en principio viene a ser una pequeña reseña informal de esta experiencia. Ya hemos encontrado puntos en común. Distintos países, distintos sistemas pero con puntos en común y responsabilidades cívicas y profesionales muy importantes: somos Europa, hacemos Europa.
Fuimos a observar con las maletas cargadas de ilusión pero regresamos con la ilusión y las ganas elevadas a alguna potencia de esas que vimos en la clase de matemáticas; plenas, satisfechas, con ideas nuevas y con ganas de seguir observando, aprendiendo y de ser observadas, por lo que ójala nuestro lazo con Somero sea el comienzo de una larga alianza, que el programa Erasmus Plus nos permita afianzar.
Marina
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