Mi nombre es Ruth, soy una alumna del I.E.S Al-Qázeres que ha tenido la suerte de recibir una beca Erasmus y disfrutar de esta experiencia tan única y especial en Lisboa (Portugal). Voy a contaros como fue mi experiencia y espero que os animéis a vivir esta oportunidad.
Decidí irme de Erasmus porque es algo único que muy pocas personas pueden decir que han vivido y que pueden disfrutar como yo lo hice.
Desde que dije que iba a hacerlo todas las personas me preguntaban “¿Qué te ha empujado a ello?”, “¿No te da miedo irte sola a otro país y que tiene otro idioma?”, “¿Cómo vas a comunicarte si no sabes portugués?” más un sin fin de preguntas que estoy segura que las hacían desde su propio miedo y eso que no eran ellos los que se iban pero no les culpo porque si soy completamente sincera, una de las razones que me empujó a lanzarme a esta experiencia fue el enfrentarme a mis miedos y demostrar que a pesar de ello tienes que vivir cada oportunidad que tengas en la vida, darte el permiso de experimentar vivencias extraordinarias que te hagan salir de la rutina y no sientas que la monotonía te consume conforme pasa el tiempo. También lo hice por ampliar mi realidad, conocer un nuevo país, nueva gente, otro idioma y formas de pensar distintas o iguales y por supuesto, porque puede ser una oportunidad laboral que mis miedos me impedía conocer. Quería alejarme de la zona de confort, de la burbuja que nos creamos en zona conocida y creemos que nada nos puede pasar, necesitaba ponerme a prueba, sentir “mariposas en la barriga” que hacía mucho que no sentía.
Me he he ido de ella con una visión muy distinta a la que entré, a nivel personal he aprendido muchas cosas, como por ejemplo: a valorar la suerte que tenemos de vivir con nuestros padres mientras estudiamos y lo poco que lo valoramos, ya que estando en Lisboa era yo la que tenía que hacerme la comida, limpiar la ropa y la habitación, tener la casa recogida, ir a las prácticas, poner lavadora, tender, quitar la ropa y un sin fin de cosas que nuestros padres hacen en el día a día aparte de trabajar y de cuidarnos a nosotros y a tus hermanos, si tienes, sin queja alguna, con amor, cariño, ternura… Y aún así sacan tiempo para ellos, no sé cómo lo hacen pero desde que he vuelto intento quitarles las máximas labores posibles porque nuestros padres nos hacen ver la vida independiente muy fácil… Pero a la hora de la verdad yo no lo he vivido como un camino de rosas como ellos me hacían pensar que era, lo digo porque de todo lo que tenía que hacer al día o intentaba hacer porque eran mis responsabilidades, me faltaba tiempo por mucho que me organizara e intentara hacerlo todo en el menor tiempo posible, siempre, pero siempre se quedaba algo a medias sin hacer.
He aprendido a darle importancia a el cariño que recibo cuando estoy cerca de las personas que quiero a pesar de ser algo distante desde pequeña porque cuando estaba allí sola muchas veces lo único que pedía era estar rodeada de mis amigos y familiares y sobretodo lo que más he aprendido ha sido a mostrar el cariño que tengo hacia esas personas tan cercanas a mí.
A nivel profesional he aprendido a no llevarme las cosas a casa, que no deben afectar las cosas del trabajo en tu día por muy duras que sean, a que cuando no puedes más en el trabajo no está mal salir a tomar el aire, que todo tiene su tiempo y su proceso, que no hay que alterarse a la mínima de que algo no te salga bien, porque para eso estamos, para aprender, ya que nadie nace sabiendo.
Por último para describir mi experiencia diré que me voy con mucha pena porque aquí he creado una vida paralela a la que tenía, he hecho amistades muy bonitas, he conocido a gente que se ha quedado en el camino pero me ha enseñado algo, me han acogido con ternura desde que llegué, me llevo muchos recuerdos tanto buenos como malos, pero los buenos contrarrestan todo el mal.
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